Entrada a la Presidencia Municipal de Jerez
Acrílica sobre tela
30 x 40 centímetros.
[Colección: Clarita Torres de Hoffman]
Un sinfín de
nombres oscurece bajo el número tu ausencia. Guerrero vencido con rango de
emisario, desde la piedra ascendió tu fuerza para despertar en un colibrí con
el primer aviso del trueno y engalanar con su aleteo el ondular del soplo
renovado.
Adorno en el dintel de la entrada de la Presidencia.
Quizá dejaste una
parcela a medias estrujada y una mujer con el vientre abultado te esperó una
noche y otro amanecer encadenadamente hasta parir en el silencio y la soledad a
otro ser restañador del vacío.
Palmera frente a la Presidencia Municipal y fuste tradicional jerezano de la fuente colocada al centro del patio interno en ésa edificación.
Si volaste sobre
los jilotes, si libaste en las corolas ya también es historia vencida al
pudrirse el amatl con el sabio trazo del tlacuhilo. De ti no queda ni el
plumaje arrojado al polvo del camino, vigoroso Señor desplomado en tierra
ajena. Quizás eras de tus padres el amado nombre cantarín arrancado brutalmente
cuando el aliento unido al viento ensartado a una esperanza ajena empañó
fugazmente a un pedernal para dejarnos un suspiro extraviado, una noria de
embozado rito.
Reloj solar en el lado poniente de la Presidencia.
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